prometo pronto volver a la mía... me estoy dedicando a sentir más que a poner los sentimientos en palabras, a mirar el vuelo de las aves de mi jardín, a disfrutar de la abundancia de la vida y del instante que brota en cada rincón del mundo... en esas ando y es entonces cuando me cuesta tanto racionalizar y volver a lo mensurable de la lengua...
como si eso me acercara un poco al eterno maestro, cada mañana me despierto escuchándolo guiándome en mi propio despertar...