y en un eterno renacer a la vida
al amor
a la madrugada colgada del ámbar tu voz
(que tiene todos los colores)
a la amapola que crece y que va tejiendo el opio de nuestros días,
y noches,
y rítmicos espasmos vitales
nuestro lugar en la tierra está cada día
más alejado
de ella
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