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martes, 31 de julio de 2007

1

Las cuerdas enredadas de la garganta
como dos serpientes,
en un nudo marinero
forman una trenza interminable.
Quiero gritar, se esconden las palabras
se apretujan,
no salen,
tienen miedo.
Tiro de la soga, desgarro mis sonidos.
Me desenriedo,
Deconstruyo mi universo.
Uno tras otro los voy soltando,
dibujan en el aire trémulas sílabas de humo
rosas, azules, amarillas…
que suben al cielo, se agigantan,
dibujan extrañas figuras
desaparecen…
van hacia arriba,
ya no las veo.
¿Dónde queda el abismo?
Me quedo vacía…
siento que queda dentro mío.
Y no aguanto más,
y grito
y el espacio vuelve a llenarse de mis pequeños pensamientos.
Miro alrededor, todo es psicodélico…
rosa, azul, amarilo
espirales de colores, ocupándolo todo
Mi yo inundándo el aire,
Me respiro.
Me ahogo.
Me asfixio de mí…
En tal mar de letras,
Por fin encuentro mis palabras.
Aquí las abandono,
huerfanitas.
Mi pecho está mucho más liviano ahora.