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sábado, 27 de diciembre de 2014

Patti Smith cover

https://www.youtube.com/watch?v=lKbjNLC4cuk


Cover de esta hermosa canción de Patti Smith, por Go Rimbaud
Lumi Pérez Sigales (voz) y Juan Martín Sigales (música y coros)
Nos siguen por youtube, por facebook (https://www.facebook.com/dothewatusiii) o en la vía láctea, por ahí.
Que lo disfruten y compartan si quieren :)
Merci!

jueves, 18 de diciembre de 2014

redadas

pasando
por sobre lo real
pensando
en nuevas redadas
pisando
inadecuadamente
las rutas gastadas
posando
las modas anticuadas de las décadas
flotamos como plumas
entre la espesura del aire
y la música de tus trances
(vos sos yo
y todas mis moléculas)

martes, 9 de diciembre de 2014

mandrágora (acordes menores)

mi centro
la mandrágora de mi descubrimiento
el polvo suspendido
del rayo de luz
inquieto en los maderos
mi guardián
entre el tungsteno
mi pan de centeno
mis porqués y mis quizáses
mis parasiempres y ademases
mi vuelta al futuro en un instante
mi zen
mi ser
mi rehén
mi certeza de infancia
caigamos en acordes menores
desafiemos al capital con flores
tu influencia de bemoles
dos mil trece rocanroles
todo el equipaje que preciso
son un puñado de canciones
y estos besos tuyos
chorreándome por la espalda

viernes, 5 de diciembre de 2014

verde botella

Resina dorada,
soleada, limonada
mermelada de cobre
virutas de durazno maduro
que emerge de las entrañas
de arboles dormidos,
añejos,
hondos.

Sus arrugas,
surcos profundos de madera y musgo,
tienen preso
al tiempo
al pasado
llevan adentro los días gastados
mis noches violetas de luna lejana  
y chica como un cenicero.

Su sollozo es tan profundo
que los pájaros
vuelan como si el viento los suspendiera
con hilos de cristal,
llevan nudos hechos de nubes
 y de polvo
enganchados de las alas,
que los sostienen al cielo
para que no se caigan.

Imperceptiblemente
en su danzar andariego y curvilíneo
chorrean a su paso
lágrimas de miel de las reinas voluptuosas,
que le llevaban de regalo a las hadas
y bajaron a tomar aire.

Caída
L
I
B
R
E
 desde el cielo,
alborotadamente libre
desparramada, atolondrada, despreocupada
mente
libre

Se escurren por las moradas
diminutas de los duendes
(verdaderos dueños de los bosques)

Encantadamente
escondida entre
flores malva
y pétalos de humo
 hongos gigantes
verdes botella de ecos oriundos
 barbas cenicientas que caen desde
el suelo
 que me llaman a treparlas y colgarme de sus lianas

no hago más que
callarme
inhalar ese estruendoso ruido a nada
y saborear el eco del horizonte cuando grita
y se desgarra.

Andar liviano,
mi sombra espesa se confunde
con el misterio del silencio
que me envolvió aquella noche.

martes, 25 de noviembre de 2014

Insurrecta

                                             hoy me preguntaron: ¿qué es exactamente lo que querés hacer?
                                                                                                                    escribir


Vibración
el eco del sol
me alcanza y se hunde
Conexión
la tierra caliente
me abraza y me funde
Insurrección
suburbana decadencia
nauseabunda decepción
las masas esperan
el aullido primero
del gran dios de la intrascendencia


jueves, 13 de noviembre de 2014

Y Ella en la antesala

                                                        (en armoniosa respuesta poética, el que                                                                               estaba fumando en el poema anterior le responde                                                                                       así a la que se fue a ver con él la tierra girar) 




El colibrí disoluto en el limbo 
Ha dado quinientas vueltas ya, no encontró el elogio a su amor
era todo obsoleto caos, era todo smog amarillista.

El colibrí ya no es tal, incluso su presencia 
se ha vuelto respiro del que espera
encandilado por la ausencia que ignora,
y lo vuelve polvo lánguido.
Ella, en la antesala, lo consuela batiendo nubes de lluvia,
lluvia de siglos,
amor pariente de la humanidad.

Aceptó la invitación y coqueteó con lo inmortal 
Voló en profundo silencio despertando a toda la ciudad.




Juan Martín Sigales





miércoles, 12 de noviembre de 2014

él estaba fumando

en un obsoleto caos
de rastreros menjunjes
de alquímicos rejuntes
que otros llaman existencia,
ojos con musgo
labios sin gusto
barajan y revuelven el engendro acústico
voces que llaman a ninguna parte
subterránea velocidad metálica
se sumerge en la veloz agonía
un cielo que se muere
susto de fantasmagoría
una tarde fría
sobrevivir ingenuo es arte

él estaba mirando
como se suspenden las hojas
de un jardín colgante
(silvestre tentempié del smog amarillista)
los micromundos pedían su atención a gritos
(curioso devenir del atardecer fotosensible)
chupaban sus melodías
(la metamorfosis del colibrí en anilina)
él estaba fumando
(se ve tan bien así, fumándose)
se hacía de noche, y nadie lo notaba.
solamente él,
que miraba la tierra girar

el péndulo del momento justo
afinó la cuerda
ajustició el pulso
una mañana de diluvio clandestino
el aguacero de los días que siguieron
que me arrastraron a su cometa

y lo encontré,
y me invitó,
y volamos

jueves, 6 de noviembre de 2014

ontológico

Soy un pájaro
me someto a cósmicos arbitrios
a negras flores que me tragan y me digieren
Expulsan en mí su universo florido,
y mueren.

El hambre caníbal de un bosque enjaulado
saborea
el néctar de mi sangre y me lame
Retrocede en mí sus impulsos innatos,
y se abre.

Soy etéreo
Soy la tierra encantada
Soy la hierba enmarañada
Soy eterno
Soy un pájaro.


miércoles, 15 de octubre de 2014

Despierta

El silencio interpela a mis pestañas
el aire tenue de la mañana
los surcos cromáticos que dejan en el aire los espejos al moverse
Un cuerpo inmóvil contempla
la nada y el todo
la profundidad del vacío
contenida
en una partícula de polvo
que despierta


estío

una hoja
colgando 
del infinito
y es así
como todo
comienza


foto de Lumi 


viernes, 3 de octubre de 2014

cinética

Y en el extravío celeste
de las mañanas de estío 
las briznas de sus pestañas
desafiaban a los azahares,
y pudo adivinar 
que la luz del sol
iluminaba allí
donde
el elixir la extinguía,
perpetuaba tibiezas
que nacían y renacían
bajo las sábanas sinuosas,
que yacían los jazmines
aguardando la brisa,
que todo era quieto y cinético
a la vez.


(Se entibiaba la paz
del amanecer
y yo perpetuaba el néctar de tu boca
respirándome en la espalda)


miércoles, 25 de junio de 2014

vagabundos destrozando las jaulas de lo inauténtico

(a Juan, a la vida que nos encontró, al momento epifánico que fue encontrarlo, a la vida por delante que se nos derrama en cada amanecer como si fuera ese instante el mismo despertar repetido innumerables veces, al ser auténtico en el mundo, a  fluir sin buscar parecerse a nadie, a atreverse a vivir como uno mismo, a lo mágico de los días si se los vive con poesía, a nuestra vida juntos que es incalculablemente única) 


A vos te dolía la muela
a mí
el alma y la espera

el invierno nos punzaba
las manos te hacían remolinos en los bolsillos
mi soledad se enmascaraba
en cortesías sin sentido

tus ojos desafiando
la muchedumbre desafinando
cafés calientes y tentempiés de plástico
tu desenfadado ir por la vida oyendo señales
mi ir por señales tras rastros de vida

la tarde moría
deambulábamos sin sentido
con el único sentido de encontrarnos
el rumbo del que no sabe lo que busca
es el que nunca se equivoca
(confía en los guiños de los ángeles)

vos volvías de volver de donde la soledad te llevaba
yo intentaba reírme del esperpento cotidiano
saetas berretas,
inauguramos el amor
en los albores de un siglo
que se cae a pedazos

erigimos la pureza
dentro de la ciudad contaminada

volamos como pájaros
destrozando las jaulas
de lo inauténtico


viernes, 20 de junio de 2014

oda a las palabras, instantánea inconclusa y enamorada

las palabras me definen, me delinean, me contornean
me extralimitan, me ensimisman, me perfuman
me colorean, me expanden, me reverberan
me modelan, me deslumbran, me enajenan
se me regalan, se me otorgan, se me niegan
me dan vida, me adormecen, desenredan
las palabras son la vida
disfrazada de poemas





sábado, 14 de junio de 2014

epifanía cotidiana

la noche estrenaba
su tímido ensayo de invierno
el ocaso partido
filo de una luna de mercurio
atardeceres navajas
recortaban chimeneas lejanas
la estación
del andén que silbaba su lamento
el viento rendido
de las arterias citadinas

pulsando allí nosotros
testigos del milagro de los días
envueltos en nosotros mismos
vibrándonos, siéndonos
pensando sin pensar
en que no necesitamos hablar para estar en el otro

fue cuando supe que todos caminan
de a uno con uno
uno más uno que nunca se tocan
pero nosotros no
nos veo mirar, nos veo sentirnos
nos siento mirarnos
y ya no puedo acordarme
de como era yo
antes de tus manos
calentándose en mi cara

(la epifanía cotidiana es verte amanecerme)


viernes, 13 de junio de 2014

solsticio

las ventanas 
empañadas de solsticio
arremeten contra el sueño,
el ocaso de la noche
de las pestañas pegadas
y los brazos inquietos
llega a su fin

(una mañana gloriosa
y radiante
los esperaba
al borde de la mañana
entre ropa apretujada
y veladores apagados)


domingo, 11 de mayo de 2014

poesía

la vida hace gestos
los pájaros danzan
círculos infinitos
en el aire

yo camino por debajo
del cielo que se yergue
vagabundo y altivo
entonces comprendo
la belleza
de lo tibio
del otoño
desparramándose en las baldosas
de la vida salpicada
de pétalos de flores
silvestres y olivares
del sol
silbándome en la cara

todo
me llega hoy
en forma de poesía
y todo
lo que existo
es existir dentro tuyo

tu boca vino a saldar
besos imaginarios
que deseé al universo
cuando
la muerte hacía surcos

La foto es mía, en el preciso momento en que este poema vino a mi mente

sábado, 3 de mayo de 2014

indigo etéreo

la última nota de la tarde
pulsa la cuerda de la nocturnidad.
en escalas bajas de bemoles inaudibles
se muere el día,
agoniza en impredecibles sinfonías
de colores trashumantes.
el índigo y etéreo ojo universal
lo ve retorcerse
altivo y mudo,
envuelto
en la cabal conciencia de sí mismo

se funden el horizonte
hasta donde los ojos alcancen
el diurno realismo,
las leyes cotidianas.
las horas muertas sobre escritorios bursátiles,
las oficinas.
el lápiz labial de las mujeres sin tiempo.

el ridículo devenir de lo correcto
zigzaguea al filo del crepúsculo

la ciudad se cubre de aspartamo,
las secretarias abandonan sus zapatos.
al borde de la noche
se mueren las mariposas.

muelles desiertos aguardan náufragos
que traen secretos
del mundo del desvelo
des velando
velos corridos
sobre las pupilas
del alba

las orillas laten el pulsar de los relojes,
bailan muñecos mecánicos
al otro lado de los espejos.
el televisor
devuelve rayas sin sentido.

humedando la quimera
centellea la neblina.
los abrazos olvidados
añejean sin sustento
en detenidos espejismos.
enmudecen las sirenas,
de una almohada de gemidos
vuelan plumas y mareas.

en nuestra cama entablamos diálogos secretos
y nos besamos sin que nuestras psiquis lo prevean
somos humanoides del ensueño
que olvidaron la luz

de la estrella primera


domingo, 27 de abril de 2014

plexo solar

plexo solar


Plexo solar

A la hora de la siesta
las lúcumas miran la tierra
al eje miran
al sol giran
liman, yiran, riman
viran, se hincan, silban

Las brújulas arañan la acera
emprenden todas la vuelta
declinan hondamente las abejas
a lo hondo de la enredadera
yacen las horas muertas

Horas que tictaquean,
horas que reverberan
centellean
espejean
alteregan
balbucean
interpelan
Entre musgos sueltos
minutos muertos
insectos tuertos
laten
tiemblan
rugen
vuelan
saltan
funden
niegan
ruedan
se inclinan, se acobardan, se contraen, se difuminan
(lisergia de los días,
ocaso de las muelas)
Ciclópeo corazón
¿quién te sigue donde fueras?
¿quién contrae junto a tus venas?
¿quién te late cuando mueras?

Horas que tictaquean
Horas que reverberan
Centellean, espejean, alteregan, balbucean, relojean

Visual celuloide del fugaz cosmigonón
esperpento
contracción
ámbar, alcanfor, almizcle
teorías, cuerdas, muecas, cuencas
El plexo giró la rueda
del hilo que nos une al sol
el sol movió la nave,
visual tacto,
extensa voz
¡colmo del oxímoron!
ciclópeo corazón:
¿quién te sigue donde fueras?
¿quién contrae junto a tus venas?

¿quién te late cuando mueras?






viernes, 25 de abril de 2014

ego

la tierra
respira
inhala y
exhala
los ecos
de su curva
existencia
de su oscura
trémula
anárquica
pandémica
primigenia
epiléptica
convulsionada
polvorienta
virulenta
insacudible
existencia

la humanidad
finge moverse
porque quiere


lunes, 21 de abril de 2014

menta lunar

la noche lloró
perforó el tímpano
de lo audible
pulverizó el témpano
de la invisible
soledad

atlas de un amor
polar
polarizando
el hielo
escarchando
el cielo
engendrando
espejos
empapados de niebla

párpados desangelados
miradas sin tiempo
labios mordidos
de promesas infinitas
exhalan y susurran
a gritos desteñidos
alienados
atomizados
en miles de pestañas
mojadas de rocío

llueve
en este mundo
extraño
menta lunar
extraño
sollozo solar
extraño
la hora
en la que fuimos niños






sábado, 12 de abril de 2014

del frío, que podría ser del viento

el frío taladra
la noche liviana
promesa invariable
de luna en paraguas

esculpe los cuerpos
replegados adentro
contraídos, deshechos
rendidos al tibio
rugir del tiempo

la tierra, su centro
excusas del viento
piel de marfil
ojeras lavanda
ojos de noche
mirada temprana

subir al altillo
donde el calor aguarda
el edredón sustituye
la liviana manta


eneldo
violetas
guirnaldas

deseos
trayectos
promesas
mis alas



jueves, 10 de abril de 2014

siesta solar

epifanía
rapto de lucidez
desde mi ventana
un tren chilla
su profana agonía
del aullido infinito
somnolencia
siesta
conciencia
real esencia
proliferación de zapatos
fiesta espectral
la ciudad es la ópera punk
del escenario inaudible
de la civilización

aquí
raíces nudosas se atan al centro de la tierra
ME atan
(todos estamos atados /
fingimos no estarlo)
yo observo
lo observo todo con ojo escrutador
con ojo furtivo y amnésico
con ojo insomne
metafísico
analgésico
convulsiva, apasionada, rítmica, orgásmica, orgánicamente
aferrada a la tierra
a su siesta solar

partículas de polvo del pasado
atraviesan la ventana
penetran la suavidad de una cortina de tul
20140 besos
epifanía
el color de un eclipse
es la ventana abierta
a la dimensión
de los que no dormimos

viernes, 4 de abril de 2014

Paréntesis prosaico para nadar en la brisa cromática


Once upon a time había una bebarda que de tanto comer dulce de damascos untado en galletas marineras, dejarse besar por su amado juglar, jugar con un ukelele, besar (a su vez, y antes y después y durante y en otras ocasiones) a su amado juglar y leer a Hemingway, iba transformando lentamente los colores de su entorno, de modo tal que galopantes ráfagas de luces densas y humareadas, humo-aireadas, de humo mareadas, humareantes de sonido y matices, iban apoderándose de todo. De las paredes, de la lámpara, de la taza, de los días. 
Fue estando en este incesante ir y venir de texturas que Bebarda recordó que hacían como tres o cuatro días (ya no sabía) que no se peinaba, ni se pintaba, y prácticamente no usaba calzado, y que vivía en un mundo paralelo lleno de hojas de hiedra, gatos y lavandas, escondida dentro de los dos brazos delgados pero lo suficientemente fuertes de aquel ser en el mundo que piensa en ella, el juglar que ya les he mencionado, el de los bigotes de cobre y el gorro de lado, dos brazos delgados pero tan nobles que ejecutaban las más bellas melodías que llenaban su aire de canciones y mundos extraños donde sólo entraban ellos dos. Entonces pensó si los colores provendrían de la música, del amor, de los besos o de los gatos. O de la extraña y alquímica combinación de todos esos factores. No encontró la respuesta, pero ambos ya la sabían. De todos modos, no pensó en ello más, y siguió nadando entre la brisa cromática.
De vez en cuando hacía puente de realidad, dos, tres, cinco minutos, para aparentar seguir en los quehaceres del mundo cotidiano, pero rápidamente volvía a acurrucarse bajo las palabras y los rayos apacibles del atardecer


lunes, 31 de marzo de 2014

germinal

fuera de la naturaleza nada es real
el sol me llama
acudo a su canto
embelesa el instinto
está en lo que toca
está en lo que esconde
está en el llanto, la fecundación, los bostezos
en las muecas y en las muelas
en los dibujos de la piel del mapa de una mano
en el amor
en lo igual y en lo distinto
en los murmullos, ecos de voces que nos precedieron
en el germinal andar descalzos sobre una tierra
que ya ha sido andada
está
en la memoria silvestre de un cuerpo cuando ama
está en mí
y yo estoy
enraizada
a
su
primitiva
matriz




domingo, 30 de marzo de 2014

Girasoles para Vincent

fue una tarde neerlandesa
las liras se arremolinaban
las orquídeas tomaban té
con el rayo verde del atardecer
lirios y geranios emprendían su retirada gloriosa
al mundo de las flores nocturnas
(que se tiñen de violeta
para dejar jugar a la luna)

está anocheciendo
las estrellas se preparan
lustran su brillo detrás del telón
pronto serán inmortales
pronto serán musa
pronto serán presa
de la poesía desgarradora

amarillas
ocres
anaranjadas heridas del firmamento
se abren a tu advenimiento
barba de cobre
mirada perdida
ojos indulgentes suplicantes de clemencia
manos hechiceras
Vincent
mudamente y a los gritos
les dará vida

una habitación de hotel
cafés de Paris
letras que crean palabras
que llegan a Theo
que hablan solas
sobre un dios anochecido
al que le cortaste la oreja
cuando pintaba junto a tu atril
una oreja
una
¡una menos! ¿o tan solo una?
una oreja abre un surco

(cordura  y genialidad)
(esquizofrenia y epifanía)
(muerte e infinidad)

campos de flores se cierran al ocaso
molinos de viento
recolectores de la tierra
un dios sin una oreja
(o con una oreja
y una menos)
ya había dibujado
lo que pronto estaría en tu lienzo
lo que tu pincel mágico
despertó a perpetuidad

yo te canto
te celebro
te honro
y esquizofrénicamente
frenética,
sincera,
desprejuiciadamente
me corto la otra oreja
la sacrifico
a la hipocresía del mundo
a la ceguera del hombre
a tus manos
que es tu corazón
que vio lo que el resto
no alcanzó en su necedad

viniste
a darle color a las flores
a explicar cómo eran los atardeceres
a sumergirte en la hermosura de la tierra
a empaparte
de la apabullante
majestuosidad
de lo simple

ofrendo un girasol
que se abre a la vida
en el crepúsculo
de tu noche estrellada


jueves, 20 de marzo de 2014

devenir

las baldosas le abrían paso a nuestra prisa
el amanecer despuntaba
sus últimos vestigios de solemnidad
y yo estiraba las mangas de mi saco
siempre corto, siempre caído
la nada misma convertía los segundos en líquido
y la bruma se elevaba como la espuma del agua
que hierve y salpica y rebalsa
que nos envuelve en nubes de presagios

de pie entre los adoquines
una capilla vacía me hacía de espalda
(adelante mío la vida)
ese sol gigante que te envolvía y te traía
mitad ensueño, mitad real
crecía y se anunciaba
como un punto infinito
en el devenir de las almas

emergiste de la madrugada con las manos en los bolsillos
me miraste, nos miramos
no recuerdo nada más que tu sonrisa
una boina, un atado de cigarrillos
una guitarra prendida de tu campera
tus hombros, mi cuello
ramitas que crecían por entre las rendijas del suelo
como si del cemento se filtraran las entrañas de la tierra
dos cuerpos enlazados que se sentían respirar
en brazos que ya olvidamos si eran tuyos o míos

(los guiños
del destino
a veces
nos dejan ciegos
el nuestro
es un constante
abrir los ojos
a la luz)








sábado, 15 de marzo de 2014

sleepless

la noche perpetua se extiende
violáceo manto sobre los párpados latentes
i'm gonna be sleep i'm gonna be deep
i'm gonna lay on my childhood dreams
(algo más ocupará el hueco del colchón)
el eco que mis pasos al andar me dibujan
me dibujan a mí en el silencio
me dibujan a mí en el silencio de mi centro
me contornean, me delimitan, me delinean
(there's light inside)
en la quietud
la nada eterna abre sus alas
nothing's gonna live
nothing's gonna weep
la luz se enceguece
tiñe el negro hueco de las almas
el sueño vuelve a surcar las pendientes del rocío
pájaros nocturnos
estrepitosamente mudos
atentos a la caída
del ocaso sempiterno


jueves, 13 de marzo de 2014

Constelaciones imaginarias


puedo intentarlo
decir que
el ondulante ir y venir de los mechones dorados se asoman con rebeldía de tu boina
y anuncian el camino irrevocable de mis dedos
¿o qué?
que tenés los ojos lindos y oscuros y redondos
como dos caramelos media hora,
que debajo del arco de tus cejas
escondo las pestañas cuando me besas la nariz,
y las pecas
¿para qué hablar de las pecas
si con mirarte puedo trazar constelaciones imaginarias?
no creo que haga falta decir algo de tus bigotes anaranjados
donde me cuelgo cada vez que el mundo embiste con su raciocinio
ni de tu boca, cuando me sonríe,
ni de tus manos, génesis de las melodías de mis días
ni de la piel dibujada de tus brazos,
donde vivimos eternamente de prestado en los brazos del otro,
(que la tuya es mía, la mía es tuya)
No, no hace falta
porque puedo decir tanto,
y caería mil veces en definiciones
vagas, aproximadas, tibias
que ni dichas mil veces más surcarían una sola de tus huellas

Es que me cuesta escribir de vos, porque en todo estás vos
podrán condenarse a mi taza de té eternamente fríos los saquitos de hebras
en un esfuerzo tan desesperado como inútil por cumplir su quehacer en el mundo,
las lavandas secarse en mi ramillete inventado sobre la mesa,
el día morir en su ocaso inexpugnable

pero vos, siempre estás

en todo estás, en los poemas, en la risa, en la música
estás en mí, incluso antes (mucho antes) de que yo lo supiera
(de que lo sospechase)
y giramos al sol y en esa vuelta lunar nos enredamos
juntos, riendo, buscando tesoros donde la humanidad ve nimiedades
y tu voz siempre está,
y están tus manos, tus cosquillas, tu abrazarme estrechamente el alma
¿y qué sería de mi pecho sin vos?
y de nuestro colchón, y de la cafetera, y de los juguetes
y de las mañanas, de los árboles, de las macetas que invento
del sillón, de los libros y del ukelele
de los helados, los dinosaurios y el llamador que suena con el viento,
del telescopio, el sonido del tren y las ventanas de colores
qué sería de la luna,
de los camparis, los viajes, las poesías
del ruido de la llave en la puerta, del gato esperándote en el pasillo,
de mí,
que sería de las complicidades,
de los pequeños nuevos descubrimientos
de las canciones que llevan mi nombre,
de los pedacitos de libros que leemos en voz alta
que sería de los desayunos y meriendas y cenas,
de la madrugada al compás de tu respiración
de qué se llenaría el tiempo que ocupamos
amándonos
pensándonos
obstinadamente buscándonos
inexorablemente encontrándonos

¿que sería de hoy, de mañana?

Si la nada cobrase formas,
esa sería la de tu ausencia.
La mejor forma que tengo de ser
es si soy al lado tuyo.



                                                   Te amo Juan. Eternamente y desde antes de saberlo. Feliz vuelta al sol (:











viernes, 7 de marzo de 2014

Ámbar

y en un eterno renacer a la vida
al amor
a la madrugada colgada del ámbar tu voz
(que tiene todos los colores)
a la amapola que crece y que va tejiendo el opio de nuestros días, 
y noches, 
y rítmicos espasmos vitales
nuestro lugar en la tierra está cada día
más alejado 
de ella



lunes, 3 de marzo de 2014

Sinestecia escarlata


el color se esparce
solventes, marañas
pinturas, estirpes
(pigmentos del alba)

se funde en el blanco, abraza la nada
papeles que tiñen sus huesos de escarcha
machacan, retumban
mi pecho escarlata

emanan la sombra melancolera y clara
acuarelando presentes,
releyendo en el agua
tormentas de tinta que acuñan estampas

la piel se exaspera,
el alma se exalta
¿de qué color es la cara del que no tiene palabras?
si el tiempo epifana y se tiñe de ámbar
¿a dónde van los soles
que no amanecen a nada?

sábado, 1 de marzo de 2014

enfin et après

parce que nous sommes des artistes
¡y si!
andamos en ascuas
comemos rejuntes
pesamos muy poco
tomamos menjunjes

se abre la luna
(siempre entramos)
entramas de nubes
cantando viajamos

vestimos de usado
jamás nos peinamos
(usamos sombreros
tan estrafalarios)

pana, incienso,
juguetes, presagios
ojeras malvas
que tiñen ocasos

pasados de moda
pasando veranos
pintando con óleos
los ojos de un gato

pecados contamos
pescamos la gripe,
la angustia,
el daño

soñamos despiertos,
volamos, bajamos
c'est que nous sommes des artistes
al fin
y
al cabo








jueves, 27 de febrero de 2014

just happened

que nadie vive el amor así
me decís, pensé
así, tan profundamente así, tan perfectamente así
tan inmaculada, tan intensa, tan destinadamente así
con las manos, con la boca, con el alma, con los huesos
con mejillas y con párpados y con venas y con uñas
tan gemidamente así
tan incansablemente así
tan ancestralmente así
tan química, física y puramente así
con un hilo conductor que nos atraviesa al infinito
entre millones de almas fue sentirse
tras miles de búsquedas planetarias
(incalculables)

y el universo solo se pronunció:


ámense, guíense, respírense
enrédense, atorníllense, alucínense
búrlense, ríanse, alégrense
renúnciense, tatúense, apriétense
viájense, recórranse, entréguense
marquense, vuélense, encapríchense
lúchense, conózcanse, mimetícense
atráiganse, consúmanse, acaríciense
reconózcanse, explórense, explótense
vuélquense, fúndanse, vívanse
aduéñense, encuéntrense

                                                          ...and just happened


sabemos que nunca seremos normales, y reímos
el amor nos hace libres y distintos
(y que orgullosamente llevamos ese designio divino)
nadie ve como nosotros, me decís, te digo, lo sabemos
entre miles de millones de posibilidades
nos tocó el amor

(y aquel pez
cayó del mar a las estrellas
y todo comenzaba)

Amapola


Que el influjo sereno me aloje
cobije pupilas dilatadas y la boca efervescente
mi lógica desviada,
las muecas intrascendentes.

Antes de perderse en la agonía del pasado
que sobrevivan los más neuróticos aullidos
y los gatos de las terrazas canten al dios misterio
adorando al ánima que les da destino

Amapolas distraídas acusan luciérnagas que acusan al viento de olvidar su norte
para crecer hace falta rocío y trigo
La estrella que se apaga deja huérfanos
de rutas que atesoran sueños
de gruyas que surcan vuelos
alrededor mío,
de mi jardín melifluo
(un jazmín no florece)

(El universo oye
mira
con ojos
de maestro)


Los colores del camino se encienden en la cuesta del viajero

lunes, 24 de febrero de 2014

Oniria

es por amor que las lavándulas florecen
el violeta furioso de un alba en tinieblas nos viene a visitar
aroma nuestra casa y exhala viejos olvidos
se purifica el aura de los que duermen en oxidadas jaulas donde el recuerdo se cerró

un barco en alta mar puede percibir tanta sal
la densidad del aire está tan plagada de galletas y vino y ninfáticas ilusiones
que animan a los marineros en largas noches
de vigilia,
de sueño,
de oniria
otra vez

(pero la certeza del amanecer
es tan poderosa como lo son los pájaros que se duermen con la luna)

un geranio se despertó
el nuevo día no se ahoga en la densidad de su cordura





jueves, 20 de febrero de 2014

paréntesis prosaico para el tiempo

                                                                                                                                                        a Juan


Festejar el cumpleaños es celebrar que estamos parados sobre la tierra... es llevar una cuenta más o menos exacta, mensurable, globalmente unificada, como una especie de sánscrito cronológico sobre cuánto tiempo hace que bajamos del cosmos para pasar un rato girando con los pies puestos en el suelo, en el barro, en la cotidianeidad de los días y los desayunos con sueño y ritualizado café...

Somos almas viejas que vinieron a encontrarse, a hacer belleza, a amarse... damos vueltas al sol y (así, sin saberlo) viajamos adentro de nosotros mismos, en el tiempo, en los espacios y en las materialidades. Vamos de lo concreto a lo abstracto y de lo sutil a lo primitivamente animal de nuestros espíritus, desnudos entre la magnificencia de la luna y la humedad de la arcilla. Caímos una vez del árbol y desde entonces, soñamos con el momento de trepar a lo absoluto...

Llegamos a los confines de la niñez con algo tan veloz como el parpadear de un recuerdo, y proyectamos realidades futuras mientras miramos por la ventana del tren... Para, finalmente, llegar a la abrumadora conclusión de que el tiempo todo cabe dentro del vuelo de una mariposa...

                                                                                                                                                                                                                                                                                                             (and we meet us)






martes, 18 de febrero de 2014

nocturno otra vez



el silencio puebla el ocaso del día como un gran manto negro

el patchouli de mi cuello marca el camino de tus pestañas

el universo prosigue en su remoto andar, milenario y absorto como un reloj de éter

todo
se ha
consumado

los geranios
los gemidos
las miradas
los instintos

crecen
          hacia
                   la luna



                                      (yo te miro. todo empieza y termina en el espacio que ocupamos anudándonos)