Quedan reservados todos los derechos bajo la ley de Propiedad Intelectual Nro. 11.723. Queda totalmente prohibida su reproducción, duplicación y/o difusión total o parcial sin previa autorización de la autora.

sábado, 27 de octubre de 2007

9

Me propongo escribir
líneas desdibujadas y sinuosas
que en el desierto
hagan arena con tu sombra…
Trazar mapas de viajes imaginarios
y aterrizar en valles encantados
que no sepan de la muerte.
Me propongo arrancar de mi alma
volátiles secreciones de
ilusiones
que te roben
un suspiro
entre tantos gemidos
apagados…
Que de las telarañas que penden
de mi mente
se desprendan poemas
como uvas,
que caigan al patio de tus ojos
y enchastren las baldosas
y emborrachen tus oídos
de pasiones sublimes
de mágicos deseos,
Que empapen de vino
la palidez de los rostros
sin soles
y que pulan el óxido
de las cosas,
que enrarezcan la percepción
de la vida…
Pero nada.
Nada brota
de esta cabecita de sueños,
exprimo las neuronas
Y cae ceniza
que se esfuma antes de
tocar la hoja.
Froto la lámpara mágica
y sale un mosquito.
La musa es la gran viuda
de mi pensamiento.

lunes, 8 de octubre de 2007

Hasta Siempre, Comandante

Tus ojos,
como estrellas victoriosas y anhelantes
llamas de victoria refulguran.
Por cada palabra tuya,
cada aliento
miles de firmes retoños,
maduran…

Venciendo al inefable monstruo
del tiempo,
en cada rincón de la selva
multiplicandose por mil,
tu ejemplo sigue cundiendo
como balas de fusil.

De la humildad erguiste un templo,
Fue la diferencia, fraternidad
La igualdad , tu único mandamiento
Idealismo y sueños,
¿Para qué más?

Hombre sin precio,
Nigromante
A la izquierda de tu pecho
Teñido de rojo sangre,
Un corazón late
y miles de almas
lloran,
en las esquinas del mundo
se escucha un único grito,
una voz que perfora
un clamor que se esparce…
y un danzón que te canta
¡¡¡Hasta siempre, Comandante!!!

domingo, 7 de octubre de 2007

Niebla


Cae la noche,
se eleva la bruma
y la niebla
se esparce
en la densidad infinita
de los lugares
y
de las almas,
como larva
repta hasta el interior
de los cuerpos,
los perfora
hasta los tuétanos
y allí se instala
volatil,
fugaz
liviana…
Tu espíritu vagabundo
partícula de polvo
infinita
acoge con sobriedad
a esa visitante nocturna
enniebladora,
abrumante,
que lo invade
y se funde con ella…
Hasta que el nuevo día
disipe los fantasmas
que pesan sobre los hombres
y tu niebla te abandone…
para regresar
veinticuatro horas después
y encontrarte
sin escapatoria alguna,
debajo de tus sábanas…